viernes, 28 de julio de 2023

LOS LABIOS DE LA LLUVIA

Este texto le da fin al ciclo de mi niñez y pubertad relatado en “Horizonte circular” (para leer clic aquí), no los publiqué juntos por su extensión. El presente texto también es extenso, no pude reducirlo más. 

Poco tiempo pasó para que tomara una decisión que influiría en mi vida futura, y que me mostraría ante los demás como alguien “distinto”. Antes de partir hacia las vacaciones ya relatadas, con mis inquietos catorce años tomé un papel y escribí mi primera carta de amor, decisión que marcaría mi horizonte sensual; sería algo poeta, bastante Cyrano sin saberlo. Por mi timidez no se la entregué directamente a la chica que me gustaba, la Rubia vanidosa, se la di a su hermano. Durante mi ausencia, ella se encargó de mostrársela a la familia y a los amigos del barrio. Traidora. Pero Cupido actuó a través de ella sin que lo imaginara.

Al volver intuí algo feo para mi ego, miradas esquivas de mis amigos indicaban tiempo de vergüenza para mí: ocurrió que durante mi viaje ella se puso de novia con otro muchacho del barrio. Dolor, algo de llanto y orgullo herido por la derrota y por verme expuesto ante todos por mi carta difundida sin clemencia.

Esto hubiera sido suficiente para que olvidara cualquier deseo de seguir por ese sendero romántico; pero si hoy garabateo mis historias de amor, se debe a un vuelco inesperado de los eventos. Durante mi ausencia había llegado para quedarse a vivir en la misma casa de la Rubia ingrata una prima: Morena.

 

Morena tenía veinte años, cinco más que yo con mis quince cumplidos en esos días, para esos tiempos una diferencia abismal. Poco tardé en enterarme de algo maravilloso que hasta hoy me conmueve y que no dejo de rememorar: ella misma me contó a los pocos días de conocernos que, mientras yo estaba de viaje, la Rubia engreída le había mostrado también a ella mi carta de amor. Resultado: sin conocerme se interesó por mí. "Leí tu carta y me gustaste", me dijo un día.

Era morocha de pelo, trigueña de piel, ojos negros, labios gruesos, ni gorda ni flaca, agradable en general, la típica criollita del Gardel de algunos tangos. También golondrina de un solo verano.

Morena lo hizo todo, me conquistó sin darme tiempo a pensar. Una noche de incipiente tormenta estaba en su casa con mi amigo, escuchando música. Coincidió el comienzo de la lluvia con la hora de irme, me dirigí a la puerta de salida y al darme vuelta para saludarlo vi que ella le pedía con un gesto que se vaya. Acercándose a mí, con mirada brillante ofreció su boca suavemente abierta, entrecerrando los ojos. Si no tomaba ese beso eterno, sería para balearme en un rincón, también como dice un tango.

Con su acto germinal –en la penumbra del recinto, con la puerta abierta hacia la noche y la lluvia en ruidosa caída a centímetros de mis pies- crucé un umbral de tiempo y me metí para siempre en la tormenta mansa, o en la boca estival de Morena, era lo mismo.

 

Franca, firme y sin vueltas poseía una simpleza extrema, no proyectaba nada, ni personal, ni de pareja, ni grupal; esto lo confirmo recién hoy, desde una distancia abismal de tiempo. El hombre que toma a una mujer por lo que parece, se llevará una sorpresa; pero ocurre que yo aún no era un hombre, sino apenas alguien que salía de la pubertad. Y tal vez allí radicaba el secreto de lo fluido que transcurrió todo entre nosotros: ni yo tenía idea de los cambios de ánimo femenino, ni ella manifestaba esa dualidad común a muchas mujeres, o al menos así lo sentía. Jamás experimenté en mi vida una relación tan invariable y cristalina, simplemente noche, música y besos.

La habitación donde estaba ubicado el reproductor de audio tenía una ventana que daba a la calle. Un pequeño jardín perfumaba el rincón entre esa ventana y el bajo muro en donde nos sentábamos a regalarnos afecto. Paraísos añosos hacían de techo natural; más allá la calle de tierra, trenes a lo lejos y la inmensidad colmada de grillos, luciérnagas y caricias.

 

No me resulta fácil explicar una relación basada solamente en la ternura; mucho más fácil es describir momentos sexuales. Pero ocurre que sexo no tuve con ella, no negaré que la falta de relaciones con Morena se debió exclusivamente a mi falta de experiencia, hoy siento que hubiera sido hermoso debutar con ella y hasta me da vergüenza asumirlo. Lo real –teniendo en cuenta que éste relato es autobiográfico- es que nuestra vida amorosa pasaba por apartadas dimensiones; la falta de sexo en esa relación me inculcó una variedad de aprendizajes que años más tarde aprovecharía para darle, a mis otros amores, sensaciones más completas.

Eso sí, pasamos largas horas besándonos y conociéndonos la piel aunque sólo haya sido del rostro, del cuello, de los brazos y manos. Por intuición -y no por recuerdo- sé que en esas noches aprendí que existen tres olores producidos por la piel: el propio, el ajeno y la mezcla de ambos. Amaba olernos, los aromas fueron el alma de nuestra relación.

El despertar de ese sentido me ha otorgado más aprendizaje amatorio que la tradicional penetración sexual.

 

Se fueron las noches perfumadas, llegó el frío.

Y ocurrió algo que modificaría la esencia de nuestro noviazgo: la familia se mudó a pocas cuadras de allí, a una casa sobre el asfalto, sin árboles en la puerta ni jardín floreado, con luz de gas justo delante de la entrada y lo peor, sin muro donde sentarse. Estos detalles cambiaron todo, y nada volvió a ser igual. El sitio original era parte de nuestra relación, al dejar de existir se disolvía lo que nos mantenía unidos.

 

Siete años más tarde el mundo había cambiado y yo también. Ya vivía en otro barrio cuando un día, sorpresivamente, recibí la visita de mi amigo, el hermano de la Rubia ladina. Pronto me entregó una carta cuyo texto de exquisita ternura se me viene a la mente con desorden, finalizaba con una frase perdurablemente simple: “… te recuerdo con mucho cariño, Morena.”

 

¿Qué lluvia me lavará tus besos? Si la lluvia misma es tu boca.

¿Dónde comienzan sus labios y donde terminan tus nubes?

Salgo a la calle, me deslizo por la nocturna humedad de tu lengua y me envuelve el agua, o el vapor de tu aliento, no lo sé. Sus gotas o tus gotas se acomodan en los huecos de mis poros para durar cómplices del recuerdo que no deja de gestar la fiebre primera, insinuando una pulmonía de amor.

La lluvia despide mansamente gruesos labios en embustero formato acuoso, con trama de pared en cascada, sin rayos ni centellas, llana, aromatizada con fragancias de piel trigueña: a la hora de sentir lo que siento, se me antoja que es tu boca la que emana dulce ozono.

Procede entonces la tentación de quedarme a vivir dentro de ese beso para ver pasar milenios de lluvia y empaparme de asombros una y otra vez. No me queda otra que intentar un pacto con la noche, para no empantanarme en el barro iniciático, en aquello que es lo primero para siempre. Porque ese beso nunca pasará, estará en cada vapor de café, en cada baldosa con la que tropiece, en cada fiebre invernal, en cualquier patio, en cualquier giro a contramano.

Y le pido ayuda a los árboles rayados por la tormenta lenta, a los grillos callados en cuevas de juncos, a la muda soledad de la calle que se mete hacia el fondo de ese abismo cavernoso llamado horizonte. Pido clemencia para disfrutar los besos que vendrán, porque si nunca salgo de tu boca lluviosa moriré para siempre y seré fondo de charco, esperando diluvios para existir.

Esto que me moja sin piedad no es la lluvia, es un labio y el otro sobre el mío junto al otro también mío, o tuyo, no sé; es un temblor cósmico que conmueve mi carne, que mordisquea la cóncava vida que me aferrás entre los dientes.

Tu boca muele un beso en el molino de mi aliento. Y cualquier cosa que suceda luego será parte del círculo eterno, así aprenderé sin darme cuenta que puedo irme volviendo.

Y toda lluvia es esa lluvia. Y todos los besos son tu beso.

40 comentarios:

  1. Ademas de ser un relato que logra la empatía y vivencias similares en el sentir,con tu prosa maravillosa,gracias por regalar a mis ojos momentos de preciosa narrativa.Un abrazo grande desde este lado!

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    1. Hola Menta, siempre un gusto recibir tu visita.
      Tus palabras son emotivas y elogiosas y eso se agradece siempre.
      Te mando un abrazo grande.

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  2. Uy me dejaste suspirando que bella historia tan poética y romántica. Te mando un beso.

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  3. Cómo siempre consigues atraparme de buena forma entre tus letras. Una historia preciosa. Gracias por ella . Besos:D

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    1. Siempre muy amable Margarita, gracias por la visita.
      Besos también.

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  4. Maravillosa historia, relatada desde casi la niñez, con la inocencia más pura, y los sentimientos llenos de sueños, hasta hoy que de forma exquisita relatas con un lenguaje sensual y delicado el placer de los sentifdos y los sentimientos del hombre
    precioso , precioso
    Un abrazo

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    1. Es muy motivador tu comentario, stella. sobre todo desde tu apreciación hacia mi relato desde el lado masculino. Eso lo agradezco mucho.
      Abrazo.

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  5. Hola, NN!
    Me gustam las histórias de amor y mucho mas cuando son reais.
    Tus recordações cuando eras adolescente y tal vez tu primero beso.
    Morena te agradava y seduzia totalmente. La otra te cambio por otro.
    Lluvia y beos combinam muy bién.
    Abrazos.

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    1. Hola CÉU, es un comentario muy interesante el tuyo, aprecio que te compenetres con el relato.
      Abrazo para vos.

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  6. Encantador, delicioso, exquisito. Los paralelismos poéticos con la lluvia son fascinantes. El candor que rezuma por todo el texto también.
    Enhorabuena una vez más. Haces un ramillete de lluvia azul con tus recuerdos que nos moja dulcemente. :)
    Un abrazo desde el mar Mediterráneo, desde el que descanso y contemplo ;).

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    1. Querida Volarela, tus comentarios son como un dulce café junto al fuego de invierno (del invierno de acá).
      Maravillosa visita, aceptame este café virtual y que lo disfrutes.
      Un abrazo desde el fin del mundo.

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  7. He vuelto a esa publicación anterior y qué bueno lo de que no se le ocurriese a nadie curarte, ji,ji. La belleza de la ingenuidad es algo que siempre me maravilla. Creo que nos convertimos en seres limitados cuando renunciamos a nuestra propia naturaleza, y para mi el sexo es sagrado y especial.
    Lidiamos con el desengaño en ocasiones pues a veces tenemos expectativas muy altas y duele descubrir que estábamos equivocados, aprendemos no obstante.
    Lo que has escrito es precioso, la vida entera en un beso, y todas las posibilidades que aparecerán en nuestro camino para que esa puerta nunca se cierre. Sin duda hay descubrimientos que cambian nuestra vida.
    Y he tardado varios días en acercarme a tu espacio, sé que tu le das valor a no tardar demasiado en comentar, perdona. Para mi el premio de leerte es lo importante y agradezco mucho este tipo de entradas que relatan lo curiosos y especiales que son algunos momentos de la vida.

    Un gran abrazo y feliz día por delante NN!!

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    1. Ana, no te preocupes por las tardanzas porque mis relatos son muy espaciados, tardo mucho en volver a publicar debido a que me cuesta mucho escribir, incluso me cuesta mucho corregir lo escrito tiempo atrás. Vos vení cuando puedas.
      Respecto de tu comentario estoy muy agradecido porque enriquece lo que escribí, le das una mirada desde otro costado y eso es muy valioso.
      Fue un gusto recibirte.
      Un gran abrazo.

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  8. Hay seres que aparecen en nuestra vida para regalarnos sutiles nuevas experiencias, estrenos que pasan a ser recuerdos eternos. Algunos nos marcan, otros no, pero éste amigo, siento que se te quedó grabado en cada célula de tu cuerpo, en cada pálpito de tu corazón y en cada neurona de tu mente.

    De todas las historias que te he leído, esta contiene mayor significancia, aunque no contenga sexo explícito o el clásico sexo, tiene una sexualidad delicada, tremendamente sensual, externa y profunda a la vez, la cual por lo visto te marcó mucho más que las siguientes y clásicas, sin por ello pretender desmerecer ninguna, todas tienen su momento e importancia.

    Producto de tu historia medito en la importancia del cariño y de sentirnos vistos y deseados por el otro... y creo que eso es básico en toda buena y bella relación, por ello cuando las personas llegan a la cuarta edad, aunque sus cuerpos ya no tengan la potencia hormonal de la juventud, igualmente tienen el deseo de sentirse, de besarse, de tocarse, de decirse frases hermosas desde el corazón y son tan felices como antes.

    Es una historia preciosa amigo, tal vez de muchos, pero tú la relatas con ese estilo tan característico tuyo, detallado, excelente. Me conmovió totalmente y el final, maravilloso:

    ...aprenderé sin darme cuenta que puedo irme volviendo.

    Y toda lluvia es esa lluvia. Y todos los besos son tu beso.

    Te felicito mientras te abrazo a la vez que te agradezco por estos momentos sublimes para el alma y el pensamiento.

    Paty

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    1. Gracias Paty, es un gran comentario el tuyo, tocando todos los rincones del relato. Agradezco profundamente no sólo tus palabras sino especialmente tu visita.
      Abrazo va.

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    2. Hola Nocturno, ¿Cómo estás amigo?... hace mucho que no publicas... tampoco te he visto comentando... ¿Todo bien? te dejo un abrazo. Paty

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    3. Aquí estoy amiga, gracias por tu permanente presencia.

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  9. Me ha encantado tu relato: la vulnerabilidad del adolescente,el analisis de esos besos,las caricias que nunca se olvidan,los olores que permanecen y pasan a la memoria arcaica y sin olvidar la lluvia.Un abrazo

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    1. Hola Clara, agradezco tu bello comentario. Muy cierto lo que comentas.
      Abrazo.

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  10. Tu relato, como siempre, es formidable, leal, justo homenaje a ella. Te felicito por tu memoria y honor hacia ellas...

    Eres un gran escritor hermano lobo.

    Esta frase es fenomenal...: en esas noches aprendí que existen tres olores producidos por la piel: el propio, el ajeno y la mezcla de ambos.

    Paz

    Isaac

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    1. Gracias Isaac, querido hermano. Siempre muy amable.
      Un abrazo y que las lunas te iluminen siempre.

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  11. Olá!

    O primeiro amor sempre é marcante. Sua história é fantástica.
    Tenha uma semana repleta de luz
    abraços Loiva

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  12. Sabes es un relato super hermoso,
    con toda la verdad de tu interior,
    me encantodisfrutarlo.
    Besitos dulces
    Siby

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    1. Hola Siby, gracias, tus comentarios también son dulces.
      Un abrazo.

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  13. Que frase poderosa esta: crucé un umbral de tiempo y me metí para siempre en la tormenta mansa, o en la boca estival de Morena, era lo mismo.

    Paz hermano lobo

    Isaac

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  14. los labios de la lluvia --- exquisito relato tierno intimista y en el que cada parrafo
    nos da una lección circular demostrando el frondoso amor como una sombria
    esqina en la que oro del olvido tras recordar se vuelve azucena lirio brio para
    revivir nuestro corazón finos copos molidos mullidos susurros del escritor al
    darnos de si lo mejor tras plasmarlos ...., nadar consigo y brindar la copa de la
    vida hecha escritura ,lluvia y ansia viva , felicidades NN , te deseo un muy
    feliz mes de agosto , un fuerte abrazo NN , tu amigo . jr.

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    1. Gracias estimado José Ramón, son muy poéticos tus comentarios y muy motivadores.
      Te mando un abrazo, que tengas felices días.

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  15. Me ha gustado mucho disfrutar de tu relato, tan dulce y tierno.
    Muy bonito.
    Un abrazo.

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  16. ileso , tavieso , sexo sin beso Morena dio a la vida y viña piña del tendal su
    halito quedó hecho bella flor aromal ramal malabar de garabatos que son
    don pone el vivir , sentir y al trasmitir tan para siempre lluvia llueve llovia
    novia del amor que sus parpados cerrados tu alma consoló ...enhorabuena
    NN lo lei y ardi de un tiron tan bello colofón pleno de pasión , sepa otoño
    seco estio , primavera o inviernal tardio morera Morena amada es tu yo ya llama
    de seda hecha eternidad,,,,mis saludos , NN , tu amigo . jr.

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    1. Amigo José Ramon, siempre estupendos tus comentarios, gracias y un abrazo.

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  17. Abriste ventanas a la memoria y abrazaste recuerdos maravillosos de aquella primera vez, lo cuentas tan bellamente que me he sentido sostenida todo el tiempo que te leia por cada una de tus palabras, sensaciónes, experiencias...
    Eres un ser romántico y tienes las herramientas necesarias en tu lexico para atrapar al lctor
    felicidades Naufrago, me ha parecido maravilloso
    Un abrazo

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    1. Gracias una vez más, querida Stella, siempre muy generosa conmigo.
      Besos.

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  18. Pasaje de vida contado, poéticamente, a través de tu piel sensible y en la flor de los 15 años. Tanto la lluvia como el frenesí de sus labios, hicieron fundirse, cielo e infierno en llamaradas. Simplemente ¡Maravilloso!
    Toda mujer quedaría encantada al oír estas frases
    "¿Qué lluvia me lavará tus besos? Si la lluvia misma es tu boca."
    "¿Dónde comienzan sus labios y donde terminan tus nubes?"
    Me encanta lo que transmites NN. Felicitaciones y abrazos fuertes🌹

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    1. Ceciely, me alegro te haya gustado, a mí me gusta tu visita.
      Abrazo.

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