viernes, 5 de mayo de 2023

EL SECRETO DE ESE GESTO



¿De qué color es el color

cuando se va la luz?

¿Qué sería de mi universo

sin su sonrisa?

 

Yo, ladrón de utopías con delirios de chiquezas, conozco el secreto de ese gesto. Sé lo que queda luego de la arena que fue roca y que fue lava y ya no es. Lo sé desde el recóndito tamborileo del pulso temporal.

Es que los dioses, trastornados ante su creación inconclusa, dudaron de las bondades de un pan caliente al amanecer, de la bribona fragancia de madreselvas desparramada por patios con aljibes. Y hartos ya de tanto hombre doliente dispusieron con prepotencia celestial un nuevo júbilo.

Y tres arcángeles del confín, peregrinos estelares que anidaban en las orillas del mundo, convocados fueron para maquinar una nueva dimensión del alma. Y en la mañana universal, de rubores hecho el tiempo, con ojeras cósmicas mil años antes del ayer, gestada fue: de sol, pétalos y brisa crearon eso llamado sonrisa de mujer. Fémina y única. De luz, etérea. Saltarina, que de mujer en mujer germinando anduvo sin detenerse en ninguna hasta tropezar su lugar en Ella. Mil generaciones parieron en trasplante por instinto la mueca que, clara y única, sólo una favorita debía ostentar. Y me otorgaron el privilegio de tenerla frente a mí.

Y acá, donde mi vista se junta con el otoño; acá, donde tecleo una luna caliente y un café menguante, la tercera fusa de un Fa Mayor retoza desde su boca en clandestino espiral para melodizar impalpable en mí.

No sé qué hada galopa sobre mi voluntad al ver su gesto que, sin prisa, me avanza dejando centellas en la sórdida sutura del revés de mi trama. Pero sé de abandonos sazonados con algo de distancia y otro algo de cenizas. Porque desde la detenida escena de sus labios no sabe ella que yo, calígrafo imprudente, existo por su luminosidad.

Y será el tiempo un goteo impuro de las razas.

Y serán los sones un recuerdo pardo sin compás.

Pero aquella sonrisa que una vez migró de mujer en mujer y que sobrevivió a la lava, a la roca y a la arena para detenerse solo en su rostro, será custodiada por desvelados guardianes del alba, a la espera de que otros dioses más atrevidos generen un nuevo universo, pero esta vez -inspirados en Ella- concluido.